Uva blanca gallega

La uva blanca gallega es una de las uvas más importantes y diferentes del panorama vinícola. Dentro del territorio gallego existen una gran variedad de uvas que dotan a esta nación de un patrimonio incalculable. Con este post, Parrayvino intentará detallar y explicar lo mejor posible todos los tipos de bayas y vino blanco de los que disfruta Galicia.

Cuando pensamos en este territorio, a todo el mundo le viene a la mente sus comidas y su gastronomía, sus playas y sus paisajes e incluso su clima, no siempre apetecible para aquellos que no lo entienden. Y es precisamente el clima y sus suelos uno de los factores diferenciales para poder explicar las características y peculiaridades del vino gallego.

Estas uvas también están avaladas por su historia y su tradición. Varias de las zonas de producción de estos vinos llevan siglos dedicándose a ello, es el caso de la Ribeira Sacra o la comarca do Salnés.

Es importante destacar que estos vinos blancos gallegos no siempre han gozado de buena salud y durante años algunos se descuidaron hasta el punto de que casi se habían perdido. Es el caso del godello, una de las caras más importantes de la DO Valdeorras.

Pero durante los últimos años, el vino gallego ha evolucionado mucho y bien y las bodegas han contribuido a ello invirtiendo en formación para el personal cualificado, en tecnología y en expertos enólogos.

Aunque en realidad, lo que hace tan bueno al vino blanco gallego es la combinación entre acidez y graduación alcohólica acompañado del clima y del terreno, factores que son decisivos para la producción.

Y como en la variedad está la virtud, vamos a ver cuáles son algunas de las uvas blancas gallegas más importantes.

Uva blanca gallega Albariño

Comenzamos por la uva blanca de Galicia de Albariño. Esta baya autóctona es la predominante en la denominación de Origen Rías Baixas pero a su vez también se utiliza para producir otros caldos de diferentes DO como Valdeorras o Ribeira Sacra.

En la DO Rías Baixas producen magníficos vinos monovarietales gracias a la uva Albariño pero además producen otros caldos fantásticos mezclando otras uvas autóctonas como la caiño blanco o la treixadura con la Albariño para producir así excelentes vinos plurivarietales.

El racimo de estas uvas es de péndulo corto y compacto y está formado por granos menudos y esféricos, con tonos dorado oscuro en la etapa de madurez. Es una uva que necesita condiciones ambientales moderadas para su correcta maduración y por eso es sensible a las heladas primaverales. Es la variedad de uva blanca de Galicia más predominante en el territorio.

Por otra parte, los vinos elaborados con la variedad Albariño son vinos que se caracterizan por su acidez y su frescura ya que consiguen componentes aromáticos y sápidos que muy pocas variedades en el mundo consiguen. Estos vinos son expresivos, con carácter y muy versátiles. El albariño es el vino blanco gallego por excelencia. Este caldo es uno de los tipos de vinos gallegos más importante del panorama vinícola.

La uva Godello

La uva Godello es otra de las variedades de uva blanca de Galicia más conocida y una de las variedades que actualmente está en auge.

Esta uva es originaria de las laderas del río Sil y se cree que se plantó por primera vez en Valdeorras. A su vez es la principal uva blanca cultivada en Valdeorras, Monterrei y Ribeira Sacra, tercera del Ribeiro y quinta de las Rías Baixas.

Estamos ante una uva blanca gallega de elevada fertilidad y buena brotación, con cepas erguidas. Al mismo tiempo, es una uva muy sensible a las heladas tardías por su ciclo corto de maduración y es muy productiva, se adapta bien a las laderas cálidas y secas, y tolera bien el estrés hídrico. La uva Godello presenta una mezcla de color entre verde y amarillo. Es la segunda variedad de uva blanca autóctona de Galicia más predominante en el territorio.

Los vinos blancos gallegos elaborados con esta uva son vinos que destacan por su suavidad y por su baja graduación y tienen una expresión aromática afrutada que goza de una buena capacidad de conservación. Los monovarietales, aquellos que solo utilizan la uva Godello, destacan en Valdeorras y Monterrei ya que en otras de las denominaciones de origen suelen mezclarla con otras uvas autóctonas para producir plurivarietales.

Este caldo, junto con el Albariño, es uno de los tipos de vinos gallegos más importante del panorama vinícola.

La Caíño Branco

Con la uva Caiño Branco estamos ante otra de las variedades más cultivadas en este territorio. Es una uva bastante similar a la albariño, tanto es así que tradicionalmente se pensaba que era una variante genética pero se ha demostrado que no es así y que muy probablemente sea un cruce entre la uva albariño y la uva azal.

Esta uva podemos encontrarla en el sur de Galicia y en el norte de Portugal ya que su cultivo es casi exclusivo de la zona de O Rosal. Gracias a esto, es la segunda variedad más cultivada de la D.O Rías Baixas y además podemos encontrarla en la D.O Ribeiro.

La Caiño Branco es una uva complicada de cultivar ya que es sensible a la botritis y es bastante susceptible a otras enfermedades como el mildiú y el oídio. Esta uva presenta racimos de tamaño pequeño, de ciclo largo, de brotación temprana y maduración tardía.

En lo que se refiere al vino, es una uva que se suele emplear para combinar con otras variedades como la Godello, Albariño Treixadura o Loureiro Blanco.

Esta variedad ha estado prácticamente extinguida y desde la zona do Rosal, de mano de la bodega Terras Gauda, se ha supervisado un proceso de recuperación para esta variedad de uva blanca gallega por lo que actualmente se encuentra en un proceso de crecimiento y expansión.

La uva produce vinos de graduación media y equilibrados de acidez y aporta al vino un aroma tropical.

Baya blanca gallega Loureiro Blanco

El origen de esta uva blanca de Galicia es desconocido pero su plantación es muy antigua. La Loureiro Blanco es la cuarta más utilizada en la D.O Rías Baixas y la quinta en la D.O Ribeiro y además, tiene escasa presencia en Monterrei y en la Ribeira Sacra.

Si nos centramos en la uva, el color es amarillo verdoso con granos esféricos y de tamaño pequeño-mediano. Por otra parte, su producción es idónea para terrenos semisecos o algo húmedos ya que no soporta demasiadas oscilaciones térmicas por lo que no presenta buenos rendimientos a medida que asciende por las laderas.

Los vinos blancos gallegos elaborados con esta uva presentan baja graduación y no se recomienda hacer vinos monovarietales con esta variedad ya que tienen una pronunciada arista ácida.

Por lo tanto, se utiliza la Loureiro Blanco para producir vino con una baja aportación de esta uva, normalmente combinada con Albariño. Suelen ser vinos jóvenes, refrescantes y sin complejidad de crianza.

Uva Treixadura

La Treixadura es una de las uvas gallegas más predominantes y al igual que la Godello y la Albariño, también es una variedad autóctona de Galicia. Estamos ante la uva blanca gallega más utilizada del Ribeiro, la tercera en Monterrei, Rias Baixas y Ribeira Sacra. Por otro lado, es una de las uvas más antiguas de Galicia, la Treixadura data del siglo XVII y por tanto, es una de las uvas más antiguas de la historia.

Con la Treixadura tenemos racimos grandes con uvas de un tamaño pequeño y mediano, de piel gruesa. Esta uva tiene una fertilidad media, maduración tardía y es sensible a la altitud. Obtiene sus mejores resultados cuando se cultiva en valles y zonas secas y soleadas.

Muchas bodegas utilizan esta uva de forma monovarietal aunque también se utiliza para hacer un coupage con otras variedades como la Albariño o la Loureira.

Los vinos de Treixadura son elegantes, finos, aromáticos, equilibrados y peculiares con notas frutales y florales. Suelen presentar vinos de gran acidez y una graduación en torno a los 12-13 grados.

Este caldo, junto con el Godello y el Albariño, es uno de los tipos de vinos de la región más importante del panorama vinícola.

La famosa Dona Branca

La Dona Branca es una de las uvas blancas que más se cultiva fuera de Galicia ya que también se cultiva en el norte de Portugal, en Castilla y León y en Extremadura.

Este tipo de uva se produce en la Ribeira Sacra, en Valdeorras y en Monterrei. En esta última D.O es la cuarta uva por importancia y su uso es minoritario en todas las denominaciones de origen.

En lo que se refiere a las características de la uva, la Dona Branca tiene una baja resistencia a las enfermedades y es sensible a los ácaros a pesar de ser resistente a las heladas primaverales, esto último se debe a su brotación tardía. De racimos grandes y color verde amarillento.

Si nos centramos en los vinos producidos con esta baya, pueden producirse vinos monovarietales o vinos plurivarietales con otras variedades. Estos vinos adquieren una gran concentración de azúcar y acidez y suelen ser vinos afrutados de aromaticidad media y retrogusto prolongado.

Uva blanca gallega Torrontés

Vamos a hacer referencia a la uva blanca gallega ya que si nos referimos a Torrontés existen dos variedades de uvas blancas distintas, la primera y a la que nosotros nos referiremos es la española, y la otra es la argentina.

Es una uva blanca muy tradicional, no solo en Galicia sino también en la Península Ibérica y el registro del primer cultivo con esta uva está datado de 1772. En la actualidad es la segunda variedad blanca más utilizada en la denominación de origen Ribeiro y también se utiliza, aunque en menor medida, en la Ribeira Sacra y en las Rías Baixas.

Las cepas de Torrontés tienen un ciclo de maduración corto por lo que brotan muy rápido y esto genera que sean sensibles a las heladas primaverales en el Ribeiro. Al margen de esto, son moderadamente sensibles al oídio y muy sensibles a la botritis. La baya es pequeña lo que genera que los racimos sean apretados.

Estamos ante un vino blanco gallego que muy rara vez se elabora solamente con este tipo de uva ya que se produce un caldo de gran finura y requiere el soporte de otras variedades más estructuradas, suele combinar muy bien con treixadura.

Los vinos que produce la uva Torrontés son muy aromáticos, con notas en nariz predominantemente frutales y florales, de acidez media. 

La uva tinta de Galicia

Como Galicia también tiene bayas tintas de calidad, no podemos dejar de hablar de los vinos tintos que se elaboran con variedades como la Mencía, la Sousón, el Brancellao, el Merenzao y la Espadeiro. Estas variedades tintas son autorizadas en la Denominación de Origen Ribeira Sacra, una de las más reconocidas en Galicia.

Los tintos gallegos se caracterizan por su calidad y complejidad, en gran parte debido al envejecimiento en barrica. Muchos productores prefieren utilizar barricas de roble francés para aportar aromas más sutiles y elegantes, pero también se utilizan barricas de roble americano que aportan más notas de vainilla y tostado.

La garnacha tintorera también se cultiva en Galicia y se utiliza en algunos tintos de la zona. Esta variedad aporta color y estructura a los vinos, aunque suele utilizarse en menor proporción que las variedades autóctonas mencionadas anteriormente.

En cuanto a los vinos tintos preferentes en Galicia, la mencía es sin duda la reina. Es una variedad que se adapta muy bien a los suelos y clima de la región y se utiliza en la elaboración de tintos jóvenes y también de vinos de crianza. Los tintos de mencía suelen tener aromas a frutas rojas y negras, especias y notas minerales.

En definitiva, los tintos gallegos son una verdadera delicia para los amantes del vino. Su variedad de uvas tintas, sus técnicas de elaboración y el envejecimiento en barrica hacen que cada botella sea una experiencia única para el paladar. Si aún no has probado un buen tinto gallego, ¡no sabes lo que te estás perdiendo!

Variedad de uva blanca autóctona de Galicia

Galicia es una región con una gran variedad de uvas autóctonas, entre ellas destacan algunas variedades blancas como la Albariño, Godello, Treixadura y Loureira. Estas uvas son la base para la elaboración de algunos de los vinos blancos más reconocidos de España. La Albariño, por ejemplo, se cultiva en la subzona del Rías Baixas y produce vinos frescos y aromáticos con notas a frutas tropicales y cítricos. En definitiva, la variedad de uva blanca autóctona de Galicia es una joya que no puede dejar de ser probada por cualquier amante del vino.