¿Qué es un vino seco?
La variedad de vinos existentes en el panorama vinícola es muy amplia. Existen vinos de todo tipo, blancos, rosados, tintos… y, obviamente, su calidad varía en función de muchos factores. Pero ¿sabrías diferenciar un vino seco?
Una de las características principales de un vino seco es que la concentración de azúcar oscila entre uno y tres gramos por litro. Esto lo diferencia de otros caldos como por ejemplo los dulces.
El término "seco" se usa para contrastarlo con el "dulce", que es el otro extremo del espectro de los vinos. Los vinos secos son los más comunes en todo el mundo y también son los más versátiles, ya que se pueden combinar con una gran variedad de comidas.
Los vinos secos se producen en todo el mundo, pero los países más importantes en la producción de estos caldos son Francia, Italia, España y Chile. Estos países producen la mayoría de los vinos secos que se consumen en todo el mundo.
Características de los vinos secos
El vino seco también se conoce como vino de mesa, el seco es uno de los más consumidos en España y en Europa en general, duda su exquisitez y versatilidad.
Una de las peculiaridades de este tipo de vino es que se suele relacionar con el vino blanco, pero también existen vinos tintos secos muy buenos.
Estamos ante una bebida cuyo azúcar se ha concentrado en alcohol durante el proceso de fermentación y, como tal, presenta un grado alcohólico y de acidez más elevados en el resultado. Si por el contrario, el producto final presenta una mayor cantidad de azúcar residual, estaríamos hablando entonces de un vino dulce, semi-dulce o semi-seco, según la concentración del mismo.
Los vinos secos se caracterizan por tener un sabor a fruta, pero sin ser demasiado dulce. La mayoría de los vinos secos tienen un sabor a uva, pero también pueden tener notas de otros frutos, como el limón, el melón o la naranja.
El vino seco suele ser un caldo brusco para los consumidores más jóvenes y poco acostumbrados a beber vino. Aunque, paralelamente, suele ser uno de los tipos de vino más demandados por los amantes del vino más veteranos, ya que suelen encontrar en él algunas características interesantes. Algunas de estas características son su acidez y un alto porcentaje de alcohol.
La mayoría de los vinos secos tienen un contenido de alcohol de entre 11% y 13%. Esto quiere decir que los vinos secos son más fuertes que los vinos dulces, y por lo tanto, también son más calóricos.
Los vinos secos suelen tener un sabor más fuerte y ácido que los vinos dulces, y también suelen ser más astringentes. Esto se debe a que los vinos secos tienen menos azúcar, y por lo tanto, la fermentación es más completa.
Vino blanco seco
Como ya comentamos antes, el vino seco se suele relacionar con el vino blanco y no tanto con el tinto. El vino blanco seco tiene un amplísimo espectro de caldos como por ejemplo el Sauvignon Blanc o el Pinot Blanc.
Estos vinos blancos secos son aquellos con una escasa presencia de azúcares, en los que predominan los matices aromáticos lácticos, florales y melosos. También suelen contraponerse a los aromas propios de los vinos afrutados. Esta variedad de aromas tiene un origen en la variedad de uva, en las características del suelo, en el período de crianza y en las técnicas de vinificación.
Algunas de las uvas que se utilizan para producir estos caldos blancos secos son la viura, la airén, la garnacha blanca o la chardonnay.
Algunos de los vinos más destacados son el Riesling, el Sauvignon Blanc, el Chardonnay, el Pinot Blanc, el Gewürztraminer, el Moscatel, el Semillón o el Albariño.
Si nos centramos en los vinos blancos de Galicia que hacen referencia a este tipo de vinos, uno de los más famosos es el vino Albariño. En general, el vino seco Albariño se caracteriza por una frescura y aromaticidad sensacionales, a veces frutal, otras floral y, en algunas ocasiones, con toques herbáceos.
Este vino blanco gallego tiene un intenso olor amarillo pajizo con tendencia a dorado. Este Albariño destaca por su cuerpo burbujeante a la hora de recorrer el paladar y por la acidez típica de los caldos secos.
Para nosotros, uno de los mejores caldos de este estilo es el Mar de Frades, un Albariño perteneciente a la Denominación de Origen Rías Baixas.
Vino tinto seco
El vino tinto seco se caracteriza fundamentalmente por la dureza y astringencia que provocan los taninos. Una sustancia que se extrae de la corteza de los árboles y que proporciona aromas y texturas muy particulares.
A pesar de que los vinos tintos secos se caracterizan por una cantidad muy pequeña de azúcar residual, algunos restos de fruta y la propia madera del barril pueden dar lugar a ciertos matices afrutados.
La sensación en boca de estos caldos tintos secos es un poco más dulce que en el caso de los vinos blancos secos.
Muchas de las personas con gustos fuertes y con un paladar experto en vino pueden apreciar y disfrutar las excelentes propiedades de un buen vino tinto seco.
Algunos de los caldos más característicos son el Zinfandel, el Malbec, El Cabernet Sauvignon y el Pinot Noir.
Si te interesa conocer más sobre vino seco en general o sobre los vinos tintos gallegos, puedes pinchar aquí y seguir curioseando. Otra de las mejores opciones si lo que quieres es explorar otros gustos es la del vino blanco afrutado.