¿Qué es un vino Albariño?

Índice
  1. ¿El vino Albariño es gallego?
  2. ¿Cómo se cultiva la uva Albariño?
  3. ¿Dónde se cultiva este vino gallego?
  4. Características del vino Albariño blanco
    1. El caldo
    2. La baya

El vino Albariño es una de las variedades autóctonas gallegas, producida gracias a la uva que lleva su nombre. Históricamente se cree que fueron los monjes cistercienses quienes introdujeron este caldo, en torno al siglo XII, movidos por sus peregrinaciones a Santiago y por su cercanía con la dinastía de Borgoña. Pero recientemente, gracias a diversos estudios científicos, se ha determinado que la uva y el vino Albariño son autóctonos de Galicia.

La uva Albariño destaca por su buen contenido en azúcares, por su potencial aromático y por su acidez natural. Todo esto influye en que sea una de las bayas más demandadas en toda España y que no solo se utilice para producir vinos monovarietales.

La Albariño también sirve para elaborar coupage y potenciar muchas otras variedades.

Al margen de todo esto, el Albariño es el vino más producido en la denominación de origen Rías Baixas. Pero eso no se queda ahí, en las demás D.O. también tiene un peso principal, tanto es así que es el vino más exportado de Galicia, seguido del vino Godello.

Vino Albariño

¿El vino Albariño es gallego?

A pesar de que algunos enólogos e historiadores creen que se trata de un tipo de uva traída en el siglo XIII desde Francia, la mayoría de estudios científicos lo desmienten. La variedad de uva Albariño es una de las variedades autóctonas de Galicia, concretamente de Pontevedra y se emplea para la producción de varios de los mejores vinos blancos del mundo.

Si bien es cierto que la teoría que respalda el pasado francés del Albariño aún tiene muchos defensores, en los últimos años han aparecido diferentes aportaciones científicas que dejan esta teoría sin apenas credibilidad.

Uno de ellos se hizo público por el Museo do Viño de Galicia y echa por tierra las creencias de que la vid de Albariño fue importada por fenicios, griegos y romanos. Se trata de uno de los hallazgos más importantes para La tradición del vino gallego.

Este estudio identifica las semillas más antiguas que han evolucionado hasta el Albariño actual. Los primeros granos de Albariño aparecieron en estratos fechados entre los siglos II y IV d.c, según estudios realizados con carbono 14. También se añade que las pepitas se habrían conservado por inundación o combustión en tres áreas de Vigo, Ourense y Pontevedra.

¿Cómo se cultiva la uva Albariño?

Las cepas de Albariño están perfectamente adaptadas a las condiciones climáticas de Galicia. Tanto es así que tres de las características del clima gallego hacen propicio el cultivo de Albariño. Las abundantes precipitaciones, la humedad oceánica y la exposición solar (mayor al sur de Galicia) son las bases en las que se sustenta la vid de Albariño.

Este tipo de uva suele cultivarse en bancales o emparrados en forma de escalera o en pendiente a dos metros de la tierra.

La baya se cultiva así para buscar que las parras consigan la mayor cantidad de sol posible y, a su vez, evitar que se humedezca en exceso. Estas tareas benefician el cultivo en su etapa de crecimiento y nutren mucho más a la uva ,pero posteriormente perjudican el proceso de recolección de las frutas.

Para muchos viticultores estas técnicas no solo favorecen el aprovechamiento de la luz, sino que también protegen a la uva de algunas enfermedades. La altura contribuye favorablemente contra el mildiu y la botritis.

Por otro lado, el clima atlántico de suaves temperaturas, abundantes lluvias y altos niveles de humedad hacen que la plantación de la vid sea en invierno, cuando descansa la tierra.

Las vides de albariño suelen ser longevas y su crecimiento es rápido. Esto genera que muchos de los productores de esta uva recomienden ir atando los brotes nuevos para que no se partan ni se enreden las ramas.

También es recomendable podar con mucho frío, en cuarto menguante y fuerte, para que tenga menos hojas y más uvas.

¿Dónde se cultiva este vino gallego?

El Albariño es la variedad predominante y característica de Galicia. Es el caldo que más se exporta hacía otras regiones del mundo. Este dato también repercutirá en los lugares y en las denominaciones de origen dónde se planta Albariño

Esta variedad es preferente en la D.O. Rías Baixas, la D.O. Ribeiro, la D.O. Ribeira Sacra y la D.O. Valdeorras. En la única denominación de origen gallego dónde no es predominante es en la D.O Monterrei y aun así es una variedad con mucho peso, sobre todo a la hora de elaborar caldos plurivarietales.

A pesar de esto, la D.O dónde más predomina el Albariño y en la que esta uva ocupa un porcentaje más elevado es en las Rías Baixas. Esta denominación acoge cinco subzonas (Condado do Tea, O Rosal, Soutomaior, Valle do Salnés y Ribeira do Ulla), cada una apuesta por su variedad autóctona de la zona y el porcentaje de Albariño obtenido con respecto al total de caldos producidos es mayor al 95%.

Como dato anecdótico, no sólo se está aumentando la exportación de vino Albariño a otras partes del mundo sino que también aumentan los lugares donde se cultiva esta vid. En los últimos años países como EEUU, Australia o Nueva Zelanda han comenzado a preparar sus viñedos con la variedad Albariño.

Características del vino Albariño blanco

El caldo

La acidez natural de la variedad Albariño y su riqueza aromática son dos de las claves principales a la hora de definir la personalidad de los caldos Albariño. Los vinos monovarietales con uva Albariño son los más representativos de esta variedad aunque también se utiliza para producir otros coupage.

En los vinos Albariño destaca el olor a frutas, los matices florales y a menudo, ciertos aromas herbáceos. 

Estos vinos blancos gallegos son la opción de maridaje perfecta para acompañar pescados y mariscos. Idóneos para tapear con algún aperitivo o para elaborar alguna comida con este género. A pesar de esto, también es un vino muy fácil de beber con carnes blancas y arroces a base de pescado o marisco, con quesos de intensidad media o poco curados y con el tradicional pulpo a feira.

A su vez, la vocación de la variedad Albariño es producir vinos con alto potencial enológico. Dependiendo de la zona de producción la graduación alcohólica de los vinos varía entre 8,6 y 14,2 % vol y la acidez total entre 7,2 y 14,3 g/L de Ácido Tartárico.

También tiene un gran potencial de envejecimiento y necesita, independientemente del suelo en el que está plantada, un uso muy controlado de la madera, con barricas de grandes capacidades donde exista una aportación mínima de sensaciones de madera.

La baya

La uva Albariño es una baya pequeña, de compactación media y que nace en racimos no muy grandes. La acidez de la baya Albariño es muy elevada, una característica que hace que sea una uva intensa en boca.

A su vez, esta uva menuda es de maduración tardía, lo que genera un ciclo vegetativo mayor con respecto a otras variedades. Esta baya suele tener un color amarillo pálido con toques verdes.

La climatología gallega de suelos húmedos, frecuentes lluvias y temperaturas suaves hacen que la uva crezca y luzca en sus condiciones óptimas.

La variedad destaca por su piel suave y con abundante pruina. Por dentro, la pulpa se presenta transparente y jugosa, y el mosto verdoso.

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